Día de Reyes amici. Espero que hayáis sido buenos y os hayan traído muchos regalos (dichoso consumismo, me incluyo, ¿eh?). En fin, el último día de vacaciones, mañana nos espera mi querido profesor de MiTIS. Por cierto, la semana que viene tenemos el segundo parcial de la asignatura, así que seguro que algún día os torturaré con la preparación del examen. Al menos deseo que no nos haga salir de uno en uno a decir que nos han traído los Reyes, lo veo capaz.Hablando de la tradición de los Reyes Magos, hoy quería hablaros de un cineasta atípico, tal vez poco conocido, pero muy respetado por la crítica internacional, sobretodo por la francesa. No es otro que el catalán Albert Serra.
Albert Serra es la niña bonita de la crítica francesa después de que su primera película, ‘Honor de caballería ’, fuera el flavour of the month en el Cahiers du Cinema. Albert Serra volvió a repetir éxito crítico con la presentación de ‘El cant dels ocells ’ durante la Quincena de Realizadores de Cannes en un año en el que era la única presencia española a competición. El cant dels ocells En ‘El cant dels ocells’ vemos a los tres Reyes Magos camino de su encuentro con el niño Jesús. De camino, se pierden por el desierto, nadan, se echan una siestecilla y se vuelven a perder. Una película que no quiere contar nada y que no contando nada de la historia más contada de la Historia desacraliza nuestra Historia y, de paso, pinta de abstracción la experiencia cinematográfica.
Abstracta, complicada, tostón por momentos, pero es ese tipo de cine que te marca, te hace pensar. El mismo Kafka le dijo a Januch en su libro de conversaciones que “el cine va demasiado deprisa”. Por eso, las películas com "El cant dels ocells", que obligan a una atención mantenida, expulsan al espectador actual que ha hecho de la dispersión y el aceleramiento la norma perceptiva del espectáculo cinematográfico.
PD: Mañana os sigo contando un poco más sobre mi pasado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario