viernes, 16 de enero de 2009

Vitaminas y buen jazz

Vitaminas, necesito vitaminas. Si vertiginoso ha sido el desarrollo económico de China en los últimos años, igual de vertiginosa ja sido la caída de los niveles de vitaminas en mi maltrecho cuerpo.

No puede haber ocurrido otra cosa, no es normal el estado de debilidad en el que se encuentra sumido mi cuerpo. Necesito un respiro. El trabajo que he entregado hoy de Economía me ha dejado exhausto. Voy a decirle a Nerea si le apetece salir a tomar algo al Natua, ahora vuelvo.
(...)
Aquí estoy, menos mal, ha aceptado. En media hora nos bajamos. Carlos y María no están, se pasan el día en la biblioteca, dicen que ahí estudian mejor. Nerea y yo preferimos el calor de nuestro pisillo.
Ah, se me olvidaba. Ayer, cenando, le comenté en plan coña a Nerea que si quería venirse conmigo a Viareggio el día 7 de febrero. Al principio se lo tomó a broma pero más tarde vino a mi habitación y me dijo:
- ¿Sabes qué?
- ¿Qué?
- Que acepto tu propuesta. Como termino los exámenes el día cinco de febrero, me piro contigo a Viareggio. Necesito un pequeño cambio de aires. Me vendrá bien desconnectar de Valencia. ¿Puedo, no?
- Eh... sí, sí. ¡Claro, de puta madre! No hay problema.

En fin, que más cosas que contar a la vuelta. Bueno, me llama Nerea, nos bajamos a tomar un par de cervezas y escuchar buen jazz.
Ciaooooooooooo

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