sábado, 27 de diciembre de 2008

No estoy "pa ná"

La locura de salir a correr se ve que me costó cara. Corrí muy pronto por la playa y el frío ha hecho estragos en mi cuerpo. Como os comenté, ayer por la mañana me invitaron a una cena de unos compañeros de clase. No llegué ni al café. Durante la cena empecé a notar unos calores que no eran normales. Pensé que seria algo que me había sentado mal o, tal vez, el mismo agobio del bar. Pero no, lo que tenía era fiebre. Me supo mal, pero me tuve que marchar.
Y menos mal que lo hice, porque fue girar la esquina y echar la pota. Bfff... que mal lo pasé hasta llegar a mi piso, no se lo deseo a nadie, en serio. Os juro amici, que la fiebre me hacía ver cosas raras, los sonidos de la calle bajaban de intensidad y se amplificaban al momento, y prometo que durante la cena no pedimos psicotrópico alguno.

A duras penas llegué a mi piso, no había nadie. Nerea estaba de cena también. Ella fue la que me ayudó a llegar a mi habitación cuando entró y me vio muerto de frío en el sofá.
- ¿Qué haces ahí Enzo?
- No me encuentro muy bien, debo tener fiebre.
- Ya te había dicho yo que esta mañana hacía demasiado viento como para ir a correr por la playa. ¡Mira que eres cabezón!
- Sermones ahora no, Nere, en serio, por favor.
- Sermones, sermones...Aii... si es que no estás "pa ná".
En fin, lo que iba a ser una gran noche acabó con el spaghetti debilucho en cama, con 40 de fiebre y un dolor de estómago enorme. Eso me faltaba. Menos mal que esta mañana Nerea se ha acercado a la farmacia de nuestra calle y me ha traído algunos medicamientos que de momento me están yendo muy bien.
Moraleja: Enzo, déjate las locuras para cuando estés en forma y no para el primer día que decides salir a hacer algo de ejercicio.
¡¡¡Espero recuperarme para nochevieja porque si no, me mueroooo!!!



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