lunes, 22 de diciembre de 2008

Sin suerte, claro, ¡ la tiene toda Fabra !

De momento nada de nada. Me temo que la suerte no se va a presentar hoy en nuestro piso. Pero, en fin, me compensa ver esas imágenes de TV de la gente agraciada. Mucha de ella, gente humilde, trabajadora, sí, señor Fabra, gente a la que la crisis sí le está afectando.
Durante los meses que llevo aquí me han llegado mil historias de ese hombre, el presidente de la Diputación de Castellón, al que siempre le toca la lotería, qué curioso. El tal Fabra, por su ética y por su estética, da el perfil del típico mafioso de la Gomorra. Algún día os hablaré de lo complicado que es ese mundo y de lo arraigado que está en la sociedad italiana. Tengo varias experiencias desagradables con esta gente. La Mafia, institución que provoca rechazo y atracción al mismo tiempo. Pero qué mundo más destructivo. Pues bien, Fabra, sólo le falta cambiarse el nombre por Fabrini, tiene una vida que mucho me hace recordar a los de mi país. Daría para un muy buen guión, me lo estoy planteando de verdad. En un futuro, quién sabe.
Encima, hace poco leí unas declaraciones bochornosas del mismo personaje. Decía que si le toca la lotería se sacará la pirula y meará en la sede de Izquierda Unida. Sin palabras. Y los máximos dirigentes del Partido Popular siguen considerándolo un ciudadano ejemplar, vaya muestra de falta de escrúpulos de este partido. Quieren cambiar incluso los Estatutos del PP para que siga en su cargo incluso imputado (que ya lo está, vamos).
Ese es el reelegido presidente de la Diputación de Castellón, qué nivel de degradación del sistema democrático en el que vivimos. Y en Italia, somos igual o peor, que conste.
No entiendo a los valencianos, no lo entiendo. En Italia, la presión de la mafia es un millón de veces más fuerte que aquí. ¿Cómo se sigue reeligiendo a Fabra? ¿qué sabrá éste? ¿tanto poder tiene dentro del partido?¿Y la justicia, qué hace?
El señor Fabra apesta (y no lo digo por los fitosanitarios), y mucho. Un hedor narcotizante para la derecha valenciana. A mí, me dan asco.

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