lunes, 17 de noviembre de 2008

Más sobre mi espalda y mi corazón

Oh dios! He venido todo lo rápido que he podido para ponerte al día, mi querido diario. Te acuerdas que ayer te hablé sobre los maravillosos cuidados por parte de mis compañeras de piso? Que no me las merecía por ser tratado así?
Pues menos me las merezco ahora que una de ellas me trata demasiado bien, díria yo.

Todo transcurría tal como había contado por la tarde. Yo me relajaba en compañía de María y Nerea, mientras ellas me trataban como un rey. Los únicos movimientos que podía hacer eran anulados por ellas, que me prohibían con cariño cualquier gesto o ademán de hacer algo. "Debes de estar quieto e intentar dormir", decía María mientras me miraba con dulzura y mis ojos se cerraban.
Al despertar, la escena era la misma,aunque con otra persona mirandome fijamente y sonriendo. Personalmente, a mí me incomoda esa situación, y más si esa persona se llama Nerea y llevo dos días pensando si me estoy empezando a encaprichar de ella.
Bueno, a lo que iba, que con tantas cosas al final me lío...Resulta que Nerea había pasado dos horitas (de reloj) sentada en mi cama observandome "por si necesitaba algo" y no se había levantado de allí porque le encantaba "mi carita de nene xicotet". Eso era demasiado para mí, con tantos relajantes,cremas y algún que otro dolor que me dijera eso es como si me encontrara en un sueño. Tantas palabras bonitas me enternecía, pero al mismo tiempo me moría de la vergüenza...Así que cambié de tema:
- ¿ Qué hora es?
- Las dos de la madrugada, ¿por qué?
- Mierda, ¿me he quedado dormido tanto tiempo? Seguro que Noelia ha llamado y...

La frase no la pude acabar, la cara de Nerea había cambiado tanto que me sorprendió, y le pregunté si le pasaba algo. "A mí nada. Pero parece que sólo te importe la rubita esa, y las que estamos aquí cuidandote que nos den, ¿no?"
ZAS! Respuesta escalofriante.
Acto seguido, salió de la habitación y la cerró con fuerza. Yo me quedé en la habitación con los ojos abiertos como platos. Creo que aunque me tomara todo el tubo con tranquilizantes no me podría dormir. Así que me levanté mientras me retorcía de dolor, y poco a poco avancé por el pasillo en busca de Nerea. Me asomé a su cuarto, y allí estaba sentada en el suelo y apoyada en la cama, mirando hacia la puerta. Aunque estaba entreabierta, mi acercamiento hizo chirriar la puerta y mi sigilo despareció.
Entré y le pedí perdón mientras le daba las gracias por todo lo que había hecho por mí. Me dio un abrazo muy fuerte, por lo que yo tuve que contenter mis ganas de aullar por el dolor...

Pero lo más increíble fue:
- Enzo, ahora no te vayas otra vez a tu cuarto, ya que estás aquí quédate. Duerme en la cama.
- Y tú?
- Me haré hueco.

Me acosté en su cama, muy cómoda por cierto y enseguida vino ella. Me abrazó, esta vez muy cariñosamente y me acercó la almohada para que estuviera bien. Ella se puso a mi lado y me dijo "Buenas noches".
Apagó la luz y hasta ahí recuerdo. Sí, es cierto. Como lo has leído. Me dormí con Nerea al lado. las pastillas volvieron a hacer efecto. Y esta vez más fuerte que nunca. Pff, tengo un lío en la cabeza...Mejor que me quedara dormido?No sé , no sé...

Lo peor es que ahora Nerea no me dirije la palabra. Sentirá algo ella por mí? Siento yo algo por ella y por eso me siento culpable?...Maldito dolor de espalda...Hablando de él, ahí viene...Uff!



Ciao!

No hay comentarios:

Publicar un comentario